Decía en la anterior entrada que el Paseo de Recoletos alberga diversos edificios y locales de singular importancia.Y, queridos amigos, quitémonos el sombrero para entrar en el café más famoso de España. Nada menos que estamos en el Café Gijón, prácticamente el único superviviente con el Café Comercial de la época de las tertulias literarias, políticas, deportivas, etc., que reunían a escritores, intelectuales, artistas y otros personajes y personajillos.
Fue fundado e inaugurado ni más ni menos que el 15 de Mayo de 1888, día de San Isidro, patrón de Madrid. ¿Puede haber un café más castizo? El fundador, un asturiano que había hecho fortuna en Cuba, llamado Gumersindo Gómez, (según otros autores, Gumersindo García), decidió invertir su dinero en un modesto local de este Paseo de Recoletos, entre las calles de Prim y Almirante.
Por aquí ha pasado "la crema de la intelectualidad", Truman Capote, Ava Gardner, Orson Welles, Joseph Cotten, George Sanders, Camilo José Cela, (autor de la maravillosa obra "La Colmena", ambientada en el café), Valle Inclán, Francisco Umbral, (autor de "La noche que llegué al Café Gijón"), Fernando Fernán Gómez, que instituyó el "Premio Café Gijón de Novela Corta", Enrique Jardiel Poncela, César González Ruano y tantos y tantos personajes que sería imposible enumerar.
Es el único café, que yo sepa, que tiene una placa en honor y homenaje del cerillero que vendía el tabaco, Alfonso González Pintor que, en la época de la posguerra prestaba dinero "a cuenta" a los intelectuales que no tenían dinero ni para un café, pidiendo éstos agua y bicarbonato, (que servían gratuitos), afirmando que, "algo alimentará".
Hoy día, además del café, tiene una terraza, "La Terraza del Gijón", situada frente a la puerta, en la parte central del paseo y "La Taberna del Gijón", que está situada muy cerca, en la calle del Almirante.
Es tan subyugante la historia del Café Gijón, que os recomiendo muy vivamente que leáis con toda atención lo que dice la Wikipedia del lugar. Os ruego que leáis todo el contenido del artículo, porque merece la pena. Sólo tenéis que pinchar aquí.
Os muestro dos fotografías, siendo la segunda en blanco y negro, haciendo un guiño a su época dorada.
Disfrutad.
Nota.- Como os dije el lunes, por razones profesionales, cuando leáis estas líneas estaré de viaje. Pese a que son viajes rápidos de una mañana, es posible que no pueda publicar y contestar vuestros comentarios con la rapidez que quisiera y tampoco comentar en vuestros blogs de forma puntual. Os ruego me perdonéis, prometiendo que trataré de ponerme al día poco a poco.
Bueno, bueno, amigo Jota. Renuevo con tu entrada, realmente preciosa, con dos fotos de categoría, mis emociones primigenias al visitar por vez primera este cosmopolita café. Me parecía que me saludaban Cela, Fernán Gómez... y que Ava Gardner me decía: "Vayámonos de aquí, Luis, a tus montañas...".
ResponderEliminarVaya recuerdos... llenos de fervor.
Y los sueños sueños son..
Un abrazo.
Luis.
Anda, ahora si que voy a disfrutar de mi cafelito de las mañanas.
ResponderEliminarAhora cuando bajemos mi marido y yo, a tomar café. Le diré: Imaginate que estamos en el Café Gijón.
Ya que no puedo en la realidad, lo haré con la imaginación.
Gracias Jota Ele, por estas fotografías tan bellas y tu información.
Un abrazo, Montserrat
Este si es un lugar con solera. Bonita entrada la que nos ofreces JotaEle. La primera toma queda un tanto afeada con esas barreras en primer término, en cambio la foto en blanco y negro es de lujo.
ResponderEliminarUn abrazo
Preciosas las dos fotos,aunque prefiero la segunda por estar más acorde con la época y por no tener los separadores.Que pena que vayan desapareciendo locales con tanta solera y con tanta historia! pero el paso del tiempo....Muchas gracias por esa estupenda documentación.Un abrazo Jose Luis.
ResponderEliminarRealmente hay que quitarse el sombrero ante un lugar tan emblemático en el mundo literario, lugar de encuentro de los grandes.
ResponderEliminarImagino tomar un café con la compañía de las tertulias...un auténtico privilegio.
Me gusta mucho la segunda foto, además de darle más "sabor" el B/N está sin vallas ;)
Cuídate mucho en tus viajes.
Besos.
JOTA,me encantó ,pero lamento comentarte que he de ir urgentemente a las islas Caimán,lo sabrás en mi entrada.
ResponderEliminarBesos y se felizzzzzzzzzzzzzz
Bonita istoria del cale Gijón
ResponderEliminarSaludos
Maravillosas fotos Jota de esta entrada, ya me gustaría entrar a ese Café ó Taberna, y no descarto algún día visitar algunas de las maravillas que pones en tu blog.
ResponderEliminarAbrazos Jota.
El famoso Café Gijón, doonde se dieran cita tantos intelectuales y librepensadores de nuestra cultura, del 19 y el 20
ResponderEliminarUn sito que no te puedes perder si viajas a Madrid. Como los grandes Cafés vieneses, que gauardan el encanto de otras épocas. Éstos me los conozco todos y los de Madrid nó. Si ya te digo que voy!!!!
pues el guiño lo lograstes está genial el procesado b/n
ResponderEliminarsalu2
Esto es una maravilla, que descubrimiento he hecho, me encantaría conocer ese café. Quizás algún día pueda cumplir mi deseo.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Aída
Hola solazo!!
ResponderEliminarVengo veloz y me marcho rapidamente.
Este cafe tiene una historia muy interesante por lo que nos cuentas...hoy el tengo poco tiempo pero mwñana o pasado pasare y pinchare en el enlace...
Que ya hace CALOOOORRRR!!!jajajajajaja.
me gustan mucho las dos fotos, quizas un poco mas la de blanco y negro...jajajajaja es que la de color tiene delante los indicadores de las obras.
Besos rapidos y fugaces jajajaja.
Hola amigo, esta entrada me gusta especialmente porque el famoso y emblemático café lleva el nombre de mi ciudad, aqui en Gijón hay un café con el mismo nombre en homenaje al de tu ciudad, no es ni tan grande ni tan famoso pero intenta seguir la estela cultural del de Madrid, incluso hay un premio literario -Premio de novela Café Gijón- que con los años va adquiriendo cierto renombre en los ambientes literarios. Está situado muy cerca del puerto de la ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo y buen viaje.
Hola amigo, es un placer haber visitado tu blog, tienes unas fotos preciosas acercandonos lo más bello de Madrid, voy a seguir visitandote y recorrer Madrid a traves de tus fotos, un saludo
ResponderEliminarUn lugar con renombre, quien no ha oído hablar de él. Me gusta mucho más la segunda foto, será porque el B/N da ese aire nostálgico, será por las vallas tan "bonitas" que tienen plantadas y que sacas en la primera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Famoso donde los haya, ya no quedan establecimientos de solera como este gracias entre otras cosas a la "progresía".
ResponderEliminarLa foto en blanco y negro me evoca buenos y mejores tiempos de verdadera intelectualidad.
Un fueete abrazo
Estas joyas son las que las ciudades que se precien han de conservar, al ser historia de si misma. Un abrazo
ResponderEliminarQuerido Luis, soñar con Ava Gardner es una de las cosas más maravillosas que pueden ocurrir. Era una auténtica belleza de mujer.
ResponderEliminarCada vez que entro en el Café Gijón, tengo los mismos sentimientos que tu. Por un segundo, me parece ver a todos los intelectuales que allí se juntaban.
Sin duda, es un lugar para recordar siempre.
Un abrazo.
Espero que tu marido y tu hayáis disfrutado de ese desayuno en vuestro "Café Gijón" particular, Montserrat.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Me gusta la foto en blanco y negro
ResponderEliminarAy,el café Gijón...que raticos más agradables...
Aunque la última vez que desayunamos allí nos dieron un clave como si hubiesermos desayunado en un parador..je,je,
Los camareros toda una institución y el limpiabotas....
Besicos.
Efectivamente, la primera entrada queda afeada por esas dichosas vallas que ocupaban todo el Paseo de Recoletos en aquellas obras insoportables.
ResponderEliminarEn la segunda, las vallas han desaparecido, pero tampoco me satisface la foto por las sombras que proyectan los árboles.
De todas formas, gracias por tu comentario. Ángel.
Un abrazo.
Muchas gracias a ti, Fernando por tu visita y tu amable comentario.
ResponderEliminarEfectivamente, es una pena que estos locales, que son parte de la mejor historia de Madrid vayan desapareciendo.
Sin embargo, el Café Gijón aguanta bien el paso del tiempo y tiene una clientela de muy buen nivel.
Otro abrazo para ti.
¿Te lo imaginas, Begoña?
ResponderEliminarYo sí me lo he imaginado más de una vez, compartir mesa con esos monstruos de nuestras letras.
Está claro que la segunda foto parece ganar por goleada.
Ya me cuido, querida. Pese a que estoy cansado de verdad, estoy satisfecho de haber cumplido con mis obligaciones.
Un besazo.
¡Ay, Morgana! ¡Me temo lo peor!
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja, ja!
Hoy estoy cansado, pero mañana prometo ver la razón por la que tienes que huir a esos paraísos fiscales.
¿Qué habrás hecho?
Besos.
La historia del Café Gijón es subyugante, Miguel, tienes toda la razón.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando visites el Café Gijón verás que no te defrauda para nada, querido Antonio.
ResponderEliminarSólo con pensar todo lo que han albergado esos muros, hace que tenga un hechizo especial.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarAquí te esperamos, Montserrat.
Tienes razón en lo de los cafés de Viena. yo también los conozco y te trasladan a otra época.
Muchas gracias, Chenfy.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado este blanco y negro.
Saludos.
Pues, ya lo conoces, Aída.
ResponderEliminarTe aseguro que no te defraudará.
Gracias a ti por tu visita y tu comentario.
¡Hola Solete!
ResponderEliminarNada, vete corriendo que si no te ponen falta.
¡Ja, ja, ja, ja!
Besos, presurosa.
como explico en mi entrada, el Café Gijón debe su nombre a que su creador y fundador era asturiano.
ResponderEliminarDesconocía que tenía un homónimo en tu ciudad, Xavier y, además, con las mismas inquietudes culturales.
Eso enriquece la bella Gijón.
Otro abrazo para ti.
¡Hola Paco!
ResponderEliminarBienvenido a mi blog y te agradezco de corazón tu deferencia por tu visita y tu amable comentario.
Siempre que lo desees serás muy bienvenido por aquí.
Te ruego me disculpes, pero estoy cansado de verdad hoy. Te prometo que visitaré tu blog lo antes posible.
Saludos cordiales.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminartienes toda la razón, juan Carlos. Esas malditas vallas destrozan la foto, pero es lo que había en aquel momento.
Me alegra que te haya gustado el blanco y negro.
Un abrazo.
Así es, Miguel Ángel. El "progreso" ha matado estos locales que fueron santo y seña de toda la intelectualidad madrileña.
ResponderEliminarCada vez que paso por algún lugar en el que, un día, estuvo ubicado uno de estos cafés y veo, por ejemplo, una franquicia de una multinacional de ropa, se me cae el alma a los pies.
Otro abrazo para ti.
Totalmente de acuerdo contigo, Semi.
ResponderEliminarEstos locales debieran ser conservados como oro en paño y como patrimonio cultural de las ciudades.
Un abrazo.
Pues, yo he desayunado con alguna frecuencia aquí, aunque no recientemente, y los precios me parecieron razonables.
ResponderEliminarIncluso también se puede comer a un precio no excesivo.
Quizás hayan cambiado las cosas.
Besos, Cabopá.
Siempre se aprenden cosas...no conocías este café!!! Lo tendré encuenta!!
ResponderEliminarsaludos!
Pues, ya lo conoces, Consuelo, así como su historia.
ResponderEliminarMerece la pena, ¿verdad?
Saludos.
Bellisimo café! Me encantan las portadas en madera!
ResponderEliminarCreia que habia dejado coment ayer, hasta fui a wikipedia, pero despues me perdi por Madrid jajajajajaj
Besos
Flor
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarBueno, todo solucionado. Según veo, has encontrado de nuevo el camino, bella Flor.
Besos.
Siempre el camino me lleva hacia ti, nuestros pensamientos se cruzan jaja
ResponderEliminarHombre! esto me salió bien!jajajaj
Beso
es muy agradable tomarse algo en una mesa de las que dan a la calle y observar alguna cara conocida que entra o sale del local.
ResponderEliminarsaludos
ResponderEliminar• Muy buena reseña. Me gusta más la foto en B&N, aparte del hecho de que la otra esté afeada por esa señalización abrumadora.
• un abrazo
CR & LMA
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Qué alegrón amaneciste!! ese himno en el café es motivo de placer.
ResponderEliminarEs un edificio encantador, lastima en la primera foto la balla esa en la acera, pero la foto blanco y negro es impresionante.
Saludos JotaEle.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarTe ha quedado perfecto y de lo más halagador, bella Flor.
Besos.
Sí que lo es, Miguel
ResponderEliminarEl Café Gijón tiene ese atractivo añadido.
Un abrazo.
Es que la historia del Café Gijón es subyugante, Ñoco.
ResponderEliminarEfectivamente, la primera foto se ve desvirtuada por esas vallas.
Un abrazo.
Muchas gracias, Beatriz.
ResponderEliminarMe encanta que te haya gustado este blanco y negro y la música maravillosa de Beethoven.
Saludos cordiales.
Hola Jota mUy Bonitas las 2 fotos, aunque la verdad la segunda se lleva el prmio sin duda alguna y en blanco y negro se ve Genial.
ResponderEliminarUn beso Jota Ele
Yesi
Claro que es famoso el café Gijón, no habia visto la fachada, la segunda fotografia me encanta...gracias por seguir con el paseo...un abrazo
ResponderEliminarufff, no habre tomado yo cafes ahí, no iba buscando ver a ningún famoso, iba tan solo por sentir ese ambiente de pueblo, que al menos yo percibia en ese local.
ResponderEliminarun abrazo
Creo que es un privilegio poder saborear un cafetito en este local. Una entrada muy interesante con dos fotos que me encantan sobre lla segunda, esas sombras de los árboles en la fachada del café la hacen diferente.Mil besos y yo también he comenzado la semana con un montón de obligaciones!!
ResponderEliminarHola Jota Ele, que recuerdos me ha traido ver la puerta del Café Gijón viniendo a mi memoria el interior del local.
ResponderEliminarCuando iba a ver a mis amigos madrileños siempre me tenian que llevar al Café Gijón y al Corte Inglés de Preciados como buen "pueblerino" que soy. Me gustaba sentarme y observar todo lo que se movia y lo que no, también. Como si quisiera memorizarlo todo.
Un abrazo
el lio de Abi
Muchas gracias, Yesi, por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminarMe encanta que te haya gustado la segunda foto.
Otro beso para ti.
Ahí lo tienes, Catarina. Ya conoces su fachada.
ResponderEliminarMe encanta que te haya gustado el blanco y negro.
Besos.
¡Caray, Paco! Es la primera vez que oigo que el Café Gijón tiene ambiente de pueblo.
ResponderEliminarClaro que, cada uno tiene diferentes percepciones.
Un abrazo.
Sí que es un pequeño privilegio, Elena.
ResponderEliminarSólo pensar las celebridades que también tomaron algo en este local, engrandece el espíritu.
Me encanta que te hayan gustado las fotos.
Mil besos para ti también.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarNo tienen nada de pueblerino estas visitas, Abi, aunque a mi me gusta más El Corte Inglés de Castellana. Será que estoy más acostumbrado a esa ubicación.
No es mala idea observar a todo el que entra o sale del Café. No pasando mucho tiempo, siempre podemos ver a algún famoso.
Un abrazo.
Thank you once more, Costea.
ResponderEliminarYou're so kind.
Genial!!!...de la segunda ni hablamos,ja,ja,jaaaa...qué buena!!!
ResponderEliminarLa documentación estupenda, como siempre, a ver si esta noche me lo leo con detenimiento porque realmente merece la pena.
Un abrazo ;)
La verdad es que tiene historia el Café Gijón de Madrid, todavía lugar de rigor de muchos de los intelectuales y personas ligadas a la cultura. Las fotos son preciosas.
ResponderEliminarGracias por compatir tanta belleza.
Besitos
Magnífico blog Jota Ele, siempre que he visitado tu perfil para comentar,lo había hecho sin fijarme en el enlace de éste otro.
ResponderEliminarTe seguiré visitando a menudo pués Madrid és una ciudad que me fascina.
Un abrazo.
Bellisima historia de este café emblemático al que creo que todos los de fuera y de dentro de Madrid hemos visitado alguna vez, com lugar de culto, de història, de tradición, de cultura. Me leere con detenimiento la Wikipedia para saber un poco mas. Gracias querido amigo como siempre es un placer ampliar un poco de la historia de este querido Madrid de la mirada de tu visor. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminar¡Hombre! Tanto como genial no diría yo, Ignacio.
Si te has leído la reseña del enlace que pongo en la entrada, verás que la historia del Café Gijón es increíble.
Un abrazo.
Gracias a ti, Belkis, por acudir a las "llamadas" de mis entradas.
ResponderEliminartienes razón. todavía hoy en día el Café Gijón es punto de reunión de diversos intelectuales aunque, en mi opinión, la época dorada ya pasó.
Me encanta que te hayan gustado las fotos.
Besos.
Muchas gracias, Pedro.
ResponderEliminarAhora ya sabes que tengo otro blog y éste, totalmente dedicado a mi ciudad, Madrid.
Madrid nos fascina a todos, querido amigo.
Espero tus visitas.
Un abrazo.
Es verdad que el Café Gijón es casi visita obligada para los visitantes de Madrid. Su carga de historia y cultura le convierten en lugar de culto que no nos podemos perder.
ResponderEliminarSi te has leído su historia, verás que no exagero, María Rosa.
Las gracias te las debo dar yo a ti. Siempre es un honor y un placer contar con tus comentarios.
Un abrazo.
La de fotos tan estupendas que me he perdido. La segunda me encanta.
ResponderEliminarMuy interesante la historia de este café. Creo que aún se siguen haciendo tertulias literarias y de poesía, aunque me imagino que ya no tienen el saborcillo de antes.
Besos.
Isso não é nas Astúrias?!...
ResponderEliminarLa historia del Café Gijón es subyugante, Elsa.
ResponderEliminarAsí es. Siguen existiendo las tertulias, pero ya no es lo mismo que con aquellos legendarios personajes.
Besos.
No, Dylan. No es Asturias, sino Madrid.
ResponderEliminarEl Café Gijón es, posiblemente, el clásico más famoso de nuestra ciudad.