FENÓMENOS PARANORMALES

Cada vez que visito El Retiro, tengo siempre la misma sensación de que algo mágico, algo que se sale de lo normal, algo inexplicable, envuelve al más maravilloso de los parques que gozamos en Madrid. Es como si el tiempo se parara, como si no existiera el ayer, el hoy y el mañana, como si entrara en otra dimensión.

Claro que, una cosa es tener ciertas sensaciones extrañas y otra encontrarme con un fenómeno paranormal que me dejó extasiado y lleno de inquietud.

Esta esfera brillante, parecía contemplarme fijamente, hipnotizándome por momentos. Allá donde yo fuera, me seguía a corta distancia, llenándome de interrogantes e inquietud.

¿Sería una señal alienígena? ¿Tal vez un signo místico que me invitaba a descubrir la Gran Verdad de la Vida?

No lo sé. Lo que sí sé, es que entré en una especie de trance, viéndome transportado a un mundo maravilloso, en el que todo el mundo era feliz, no existían los problemas, las personas se besaban y abrazaban y ni siquiera estaba Zapatero.

¿Que no me creéis?

¡Bah! Me da igual. Yo sé lo que vi y sentí y aquí está la prueba.

¡Incrédulos! ¡Que sois unos incrédulos!