MADRID RÍO XIII.- (Llegando a un puente "rarito").
Parece que no, pero nos estamos dando una buena caminata, aunque merece la pena.
Estamos llegando a otro curioso puente de nueva construcción, muy metálico él.
Parece otro oblicuo, ¿verdad?
Pues... Sí y no. Lo veremos en la próxima entrada.
Hola Solazo!
ResponderEliminarPuente rarito? jajajajajaja creo que si no tenia nombre tu ya lo bautizas....
Esas sombras del puente dan mucho juego.
Una preguntita:Cuantos Km te recorristes ese dia?
Besotes
La verdad es que tus fotos hacen desear Madrid, hacer querer ir "ya" a esa gran ciudad para quedarse. Me encantan las fotos. Un abrazo
ResponderEliminarLos paseos por la ciudad cámara en mano suelen ser productivos, siempre descubrimos un buen encuadre y distinto que fotografiar.
ResponderEliminarMe gusta.. esta siendo un placer pasear contigo y ver tan bellas fotos.
ResponderEliminarUn besazo... con agua de rio.
El puente si que es rarito, se ve que el presupuesto se fue ajustando. Me pregunto quién puso la naranja sobre el muro...el fotógrafo? Un abrazo.
ResponderEliminarMe quedado curioso con el "rarito" ¿qué es eso de si y no? pero si parece la tele que en lo mejor te lo dejan para el próximo capítulo!!
ResponderEliminarVolveremos, pero solo porque eres tú ja ja!!
Saludos.
Pues mira, a lo mejor es rarito, pero lo que que me parce a mí es que debe ser muy seguro para los peatones. Y distraido para el paseante, pues si no lo veo mal,tiene un pequeño mirador
ResponderEliminarBuen finde., amigo J.L.
raro no, seamos claros, es horripilante, un bodrio, seguramente de eso q ahora llaman "artista de diseño" lo que si tengo claro es q a medida que uno se aleja del centro de la ciudad este tipo de "ornamentos" crece. es como si la belleza fuera patrimonio del centro y los restos o invenciones de algun iluminado de ultima hora, para las zonas mas alejadas. a mi me parece un puente infumable desde todo punto de vista.
ResponderEliminarun abrazo
Hombre raaro si lo encuentro, no me parece el mejor modelo de arquitectura para acompañar la belleza del recorrido que hemos realizado de tu mano y de tu cámara, me parece que no pega demasiado, pero en fin sobre gustos...., un fuerte abrazo amigo Jota
ResponderEliminarMe recuerda a esas viejas estructuras metálicas que estuvieron tan en moda a mediados del IX y hasta bien entrado el siglo XX.
ResponderEliminarAl final resultara que los nuevos arquitectos siguen siendo unos niños con un mecano... más grande, claro.
Un abrazo
A todo esto, el juego de sombras que puede dar tal puente, puede ser bueno de retratar.
Me encanta conocer Madrid en forma tan amena. Y acompañada de una bella música.
ResponderEliminarGracias.
Hasta pronto.
Saludos.
Hola Jota Ele.
ResponderEliminarQue puente y que fotos más castizas.
No podría ser menos, estas hechos por un madrileño convencido y de pro.
Besos, Montserrat
Me juego algo a que te metiste dentro del puente e hiciste una fotografia desde el principo de esa estructura, dejandose ver el fondo allaaaaaaaaaaaa a lo lejos, lejos, lejos...
ResponderEliminarBiquiños!!!
¡Hola Solete!
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja, ja!
Sí que tiene nombre el puente y lo sabrás en la próxima entrada. Le viene de su peculiar forma.
Según mis cálculos, recorrí la bonita distancia de unos seis kilómetros, más o menos.
Tienes razón. Sería cosa de fotografiar el puente a las diferentes horas del día para ver los efectos de las sombras.
Besos.
Ese es el mejor cumplido que alguien me podría hacer, Don Fernando.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu generosidad. Si algo pretendo es que se conozca y se quiera a Madrid.
Un abrazo.
Madrid, como cualquier ciudad, da mucho juego fotográfico.
ResponderEliminarComo bien dices, Lina, no hay más que salir a la calle con la cámara preparada para volver con miles de fotos preciosas.
Muchas gracias, Estrella. El placer es mío al enseñar todo lo que guarda mi ciudad.
ResponderEliminarBesazos para ti también.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminar¡Caray qué vista tienes, Semi! No había reparado en la "naranja".
Me has hecho ir al original y ampliarlo. No sé si es una naranja o cualquier otra cosas. Lo que si te garantizo es que "el fotógrafo" se declara inocente de que esa "cosa" estuviera allí.
No creo que el puente fuera producto de un ajuste de presupuesto, sino más bien de funcionalidad y, dado su emplazamiento, te aseguro que ha vertebrado muy mucho la vida de las dos márgenes del río.
Un abrazo.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarDe alguna manera hay que "enganchar" a la audiencia, Vittese.
Eso, eso. Espero que vuelvas.
Un abrazo.
Pues... Al menos de momento sí que es seguro, Montserrat, porque yo he estado encima del puente y aquí me tienes. Vivito y coleando, (dicho sea con perdón).
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja, ja!
Es "rarito" por su peculiar forma. El lunes lo comprenderás.
Efectivamente, tienes una vista de lince. Hay un "mirador".
Besos.
¡Hala! Ya llegó el crítico feroz e inmisericorde.
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja, ja!
Querido Ripley. Puedo estar de acuerdo en que el dichoso puente no es que sea un prodigio de belleza y de la estética, pero tiene su "puntito", te lo digo yo.
Cuando lo veas, lo comprenderás.
Así que, demos un voto de confianza al diseñador.
Un abrazo.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarVamos, que os tenéis que meter con mi puente hoy, con lo que le quiero yo.
Querido Paco, insisto en que tiene su "puntito".
¿Será que estoy perdiendo el sentido del gusto estético?
¡Ja, ja, ja, ja!
Un abrazo.
La verdad es que podríamos haber hecho una maqueta casi perfecta con nuestro antiguo "mecano". ¿Te acuerdas Jan?
ResponderEliminarYa digo en otro comentario que no sería ninguna tontería fotografiar el puente en los diferentes momentos del día para ver qué juego dan las sombras.
Un abrazo.
La música que acompaña hoy al puente es un chotis de los clásicos, Aída. Pertenece a la zarzuela "Las Leandras" y más madrileño no es fácil encontrarlo.
ResponderEliminarGracias por tu siempre gentil y esperado comentario.
Besos.
Otra cosa no tendré, Montserrat, pero mi madrileñismo está fuera de toda duda, te lo puedo garantizar.
ResponderEliminarBesos.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminar¡Ay, gallega! ¡Cómo has averiguado mis próximos pasos!
No me juego nada, porque pierdo.
Bicos.
Rariro, rarito,... pues no sé que quieres que te diga. Me recuerda más de un puente ferroviario, de los que hacían en el siglo XIX y de los que quedan buenos ejemplos si no lo han desmontado por alguna razón.
ResponderEliminarEso sí, está como un poco destartalado aparentemente, pero solo aparentemente porque sino no lo habrían dado de paso. Alguna ocurrencia del arquitecto de turno.
Un abrazo.
Hola Jota Ele, por aquí le llamariamos una pasarela.
ResponderEliminarDa la sensación de que tiene un trampolin en este lado, jajajajaja. Seguro que no es mal sitio para bañarse.
Un abrazo
Agradecida por el paseito. Beso.
ResponderEliminarUn puente curioso. Quieren ser originales y no sé si se pasan de gusto extraño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto que recuerda a esos puentes ferroviarios, Juan Carlos, aunque por aquí no pasa ningún tren.
ResponderEliminarEstá claro que no gusta este tipo dfe construcción, pero es sumamente funcional.
Un abrazo.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarDesde luego que podríamos usar el "mirador" como trampolín, Abi, pero lo malo no es saltar para meterse en el agua, sino salir de ella, porque te puedo garantizar que la cosa está más que complicada.
Un abrazo.
El agradecido soy yo por tu visita, Emejota.
ResponderEliminarBesos.
¡Ja, ja, ja, ja!
ResponderEliminarPor lo que veo, Lito, este puente no tiene muchos adeptos.
Habrá que presentar la oportuna queja a nuestro alcalde, que está sumamente orgulloso de toda esta zona.
Un abrazo.
Si que parece obliquo.
ResponderEliminarAcá también puentes como ese pero son puentes para pasar el tren.
Un beso
Flor
Me alegro muchísimo de la noticia, Jota Ele. He llegado aquí a través de la página de Madroñosfera y me seguiré asomando a ese agujerito que nos muestra otro Madrid; el que ven tus ojos...
ResponderEliminarFelicidades.