



Sí. Llegamos al Gran Templo del Arte, en especial de la pintura.
Señoras y señores, ante ustedes, el Museo del Prado.
Junto con el museo Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía, forman el llamado "Triángulo del Arte", albergando algunas de las más importantes colecciones del mundo de los también pintores más importantes que hayan existido.
Las colecciones de Velázquez, Goya, Tiziano y Rubens son las más importantes que existen. Todo ello sin desmerecer las de El Greco, Murillo, José de Ribera, Zurbarán, Veronese, Tintoretto, Van Dyck, El Bosco, etc.
Al contrario que el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía, no es un museo "enciclopédico" que muestre obras de todas las épocas, si bien, podemos afirmar que está lo mejor de los grandes maestros desde el siglo XVI al XIX. Su oferta se nutre de encargos que los propios reyes de España hacían a los maestros de cada época.
Dado el limitado espacio que sufre, sólo se muestran unas 900 obras de las 7800 que el museo posee en su inventario. No obstante, con la ampliación que ha supuesto el polémico "cubo" de Moneo, parece que la capacidad de exhibición se ha aumentado en un 50 %.
Aquí os muestro cuatro tomas. La primera es una vista general de la fachada norte. La segunda es un detalle de dicha fachada. La tercera muestra la fachada central que mira al oeste, con las inevitables turistas japonesas que me recuerdan a Ripley y el comentario hecho en su blog y la cuarta, una toma parcial de la fachada sur con el monumento a Murillo.
Permitidme que esta entrada la dedique muy especialmente a mi buen amigo de la blogosfera, Antonio Verdú, eximio pintor de Molina de Segura, cuyo blog, "Rincón de Antonio", no deberíais dejar de visitar si sois amantes de la buena pintura.
Para tí, Antonio.