O "La Fábrica", como denominaba don Alfredo Di Stéfano al estadio Santiago Bernabéu, que también se encuentra ubicado en el Paseo de la Castellana.
Ni que decir tiene que, respetando a todo el mundo, el Real Madrid es el equipo de mis amores prácticamente desde mi nacimiento. Recuerdo aquellas tardes de domingo en las que mi padre me llevaba a ver los partidos de fútbol que contemplaba en sus brazos. ¿Cómo no voy a ser "convicto y confeso" de mi madridismo?
Es lógico, ¿no?
Ni que decir tiene que, respetando a todo el mundo, el Real Madrid es el equipo de mis amores prácticamente desde mi nacimiento. Recuerdo aquellas tardes de domingo en las que mi padre me llevaba a ver los partidos de fútbol que contemplaba en sus brazos. ¿Cómo no voy a ser "convicto y confeso" de mi madridismo?
Es lógico, ¿no?
2 comentarios:
Disculpe usted caballero, entono humildemente el mea culpa y propóngome como penitencia ver el próximo partido del Barca... ¡¡¡ nooooo !!!!
No esperaba menos, además con el título de El Templo, lo que pasa es que en abril no tenía yo todavía conocimiento de su existencia.
Un abrazo
¡Ja, ja, ja, ja!
Yo puedo llegar a ser sádico, pero no tanto. Jamás te castigaría a ver un partido del Barça.
Fueron los comienzos del blog, Pablo. Como puedes ver, has inaugurado el marcador de la entrada.
Un abrazo.
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