No son los años de este "remero", aunque ya muestra su veteranía, sino el número de la barquita que ha alquilado en el embarcadero de la entrada anterior.
Esta imagen la tomé "al vuelo" y cuando la comprobé en la pantalla de mi cámara, casi la borro porque no me convencía. Sin embargo, al ampliarla en el ordenador, me resultó curiosa. El otro remero, la pareja absorta en su conversación y la golondrina en pleno vuelo, me decidieron a subirla al blog.
Espero que os resulte simpática.
Esta imagen la tomé "al vuelo" y cuando la comprobé en la pantalla de mi cámara, casi la borro porque no me convencía. Sin embargo, al ampliarla en el ordenador, me resultó curiosa. El otro remero, la pareja absorta en su conversación y la golondrina en pleno vuelo, me decidieron a subirla al blog.
Espero que os resulte simpática.