Excmo. Señor:
Desconozco si llegarán hasta usted estas líneas. Quiero creer que no, porque le supongo muy ocupado en el asunto electoral.
No obstante, quiero informarle que ayer, (¡qué remedio!), me tragué el "comunicado" de los asesinos de ETA. Nada nuevo bajo el sol. La misma patraña, mentiras y estupideces de siempre.
También me tragué los comunicados del ¿presidente? Rodríguez Zapatero y del candidato Rubalcaba. Perdón, he querido decir Señor Rubalcaba. Tampoco nada nuevo e inesperado, muy en su línea de siempre, esperando a próximas fechas para tratar de "capitalizar" el "suceso" electoralmente hablando, "suceso" fruto de una negociación de años con una hoja de ruta perfectamente planificada por el indigno gobierno que hemos tenido y los asesinos. O sea, tratando de conseguir algunos votos más de los muy escasos que les quedan.
Y, por último, también me complace informarle que escuché y he leído con toda atención su propio comunicado en nombre del Partido Popular. Y aquí viene el problema, Señor Rajoy. No es que me sorprendiera usted. Es que me dejó estupefacto y helado con algunas de sus manifestaciones. Comencé a pensar si su comunicado se lo habría redactado Rodríguez Zapatero. Pensé también que no podía ser, porque su nivel intelectual y cultural no alcanza para tanto. ¿Habrá sido Rubalcaba? Él sí podría ser, porque da más la talla. Perdóneme mi maldad pero, no me negará usted que se podrían haber intercambiado ustedes los comunicados y nadie se habría enterado. ¿Acaso había un pacto previo para no desentonar mucho unos de otros?
Y me caben cierto número de preguntas que no sé si tendrán contestación razonable.
Dice usted en dicho comunicado hasta por tres veces que el anuncio de "la desaparición de la violencia de ETA es una buena noticia". Una buena noticia, ¿para quién? No le creo a usted tan inocente como para asumir semejante patraña, tan parecida a otras anteriores que conocemos muy bien los españoles. Un "comunicado" fotocopia del realizado tres días antes por los fantoches "mediadores" a los que un Estado de Derecho jamás debiera haber dejado entrar para la pantomima que protagonizaron, por supuesto bien pagados, comidos y bebidos sin que, hasta el momento presente, sepamos quién ha satisfecho la factura de la presencia del ex asesino del IRA Gerry Adams, del ínclito Kofi Annan, del que habría mucho que hablar durante su mandato en la ONU y los tejemanejes petroleros de su hijo, de la ex primera ministra de Noruega, (¿qué narices pintaba esta señora aquí?), y demás "gentes de buen vivir". ¿Quizás, una vez más los arruinados españoles con nuestro dinero?
¿Una buena noticia para José María Martín Carpena, concejal de Sevilla, asesinado vilmente por la espalda delante de su esposa y su hija de 17 años? ¿Quizás una buena noticia para Gregorio Ordóñez o para Miguel Ángel Blanco? O para los 855 restantes muertos, (que no 829), entre ellos diez niños de corta edad? O, ¿quizás sea una buena noticia para los 3000 heridos, lisiados y mutilados que han dejado estos asesinos asquerosos como, por ejemplo, la guapísima Irene Villa? Claro que, es posible que también sea una buena noticia para los 19000 restantes afectados y sus familiares.
Tampoco creo que sea una buena noticia para la admirable y valiente María San Gil, a la que usted defenestró en un "cambio de rumbo" inexplicable en Vascongadas, para poner en su lugar al melifluo Basagoiti, (¡vaya papelón que está haciendo!), o para José Antonio Ortega Lara quien viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, tiró de su dignidad personal para abandonar el partido.
Y, por último, tampoco es una buena noticia para ningún español de bien. Porque usted sabe que este "comunicado" es fruto de unas negociaciones repugnantes llevadas a cabo por el gobierno actual. Y, Señor Rajoy, por decirlo de forma sencilla, con asesinos no se negocia. A los asesinos se les persigue con la ley en la mano, se les detiene y se les encarcela con la máxima rigurosidad que permita nuestro ordenamiento jurídico.
Con todo, lo que más me ha dolido oír de su boca y cito textualmente: "...porque este anuncio se ha producido sin ningún tipo de concesión política". ¿Le parece a usted que seguir negociando al día siguiente del atentado de la T4, con dos muertos todavía calientes no es una concesión política? ¿Le parece a usted que la excarcelación y acercamiento de presos con delitos de sangre no es una concesión política? ¿Le parece a usted que la puesta en libertad por parte de Garzón del asesino Usabiaga "para cuidar a su mami", cuando nada más lejos de su intención que, muy al contrario, era la organización del entramado de Bildu no es una concesión política? ¿Le parece a usted que el ignominioso y traidor "Caso Faisán" no es una concesión política? ¿Le parece a usted que la legalización de Bildu por parte de la mayoría socialista de magistrados del Tribunal Constitucional, (¿o debería decir El Tribunal Supremo del Tribunal Supremo?), desoyendo los informes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de la Fiscalía, de la Abogacía del Estado y la propia sentencia del Tribunal Supremo y permitiendo que haya más de mil cargos públicos etarras en Vascongadas, gestionando recursos públicos de más de mil millones de Euros aportados por nosotros los españoles no es una concesión política?
Habla usted de "la derrota de ETA". No estoy de acuerdo. La derrota de ETA se producirá el día en que un gobierno fuerte y digno los arrincone definitivamente, obligándoles a rendirse, a entregar sus armas y hacer frente a sus responsabilidades ante Tribunales de Justicia independientes.
De momento, sin ningún genero de dudas, los derrotados somos los españoles que, además de arruinados, parados y sin esperanza, asistimos atónitos viendo a los asesinos ostentando cargos públicos de relevancia con nuestro dinero. ETA ya no necesita matar, por el momento, para sus abyectos fines. Ya tiene lo que quería, poder y dinero. Y mucho más que va a tener porque, si nadie lo remedia, ¿lo remediará usted, Señor Rajoy?, pronto se va a legalizar ese otro conglomerado llamado "Amaiur", (por cierto, ¿no fue este mismo el nombre de dos comandos de ETA?), presentándose a las elecciones generales y formando grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados. Sus escaños estarán allí por encima de usted si llega a Presidente del Gobierno. Ande usted con ojo, porque los asesinos son siempre asesinos. Yo no estaría nada tranquilo.
Ya me inquietó usted mucho con su "expresivo silencio" ante la visita de los "mediadores" internacionales que se han mostrado muy satisfechos por el final del "conflicto armado español". O sea, que estábamos en guerra y yo, ignorante de mi, sin enterarme.
¿Vio usted las imágenes del asesino Txapote horas antes del "comunicado de paz", (¿qué paz?), con su chulería desafiante ante la magistrada de la Audiencia Nacional?
¿Sabe? Estoy convencido y así lo espero, que será usted el próximo Presidente del Gobierno. Francamente, no sé si va usted a hacer bien aceptando el cargo. El dardo envenenado que le dejan los sociatas con ETA tiene muy difícil solución, es casi letal políticamente hablando. Porque, me gustaría que nos explicara a los españoles, Señor Rajoy, si piensa usted seguir "negociando" con los asesinos de "Euskal Herría", ese "ente etéreo" que nunca ha existido ni existe o, por el contrario, va usted a cumplir esa promesa tantas veces oída de perseguirles hasta las últimas consecuencias. Y, si esto último va a ser el caso, ya veremos cómo se cumple el cese de la "violencia" o "lucha armada". Tengo para mi que los pobres 5.000.000 millones de parados o la ruina que tiene este país, (me refiero a España, naturalmente), no van a ser sus mayores problemas a resolver.
El voto en cualquier tipo de elección en un país democrático ha de ser personal, libre y secreto. Haciendo una excepción, le informo que, desde hace muchos años, soy votante del Partido Popular. Lo soy porque me encuentro cercano a muchas de las ideas y el modelo de sociedad que ustedes proponen.
Pero, en las inminentes Elecciones Generales, me lo voy a pensar muy detenidamente. Voy a escuchar muy atentamente lo que usted tiene que decir de aquí al 20 de Noviembre. Si no varía sustancialmente de lo dicho ayer, no cuente conmigo. Mi voto irá a quien me demuestre coherencia interpretando lo que queremos los españoles de bien.
Sí, lo sé. Total por un voto menos, no pasa nada.
El problema es que, al igual que me sucede a mi, hay muchos españoles muy decepcionados e indignados con sus palabras de ayer. No vamos a ocupar ilegalmente hoteles o teatros, pero nuestro voto está ahora mismo en el aire. Y, si cree que exagero, escuche emisoras de radio, vea canales de televisión y lea periódicos.
No olvide aquello de: "Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero".
Usted verá.