RUGBY

La Ciudad Universitaria, como toda que se precie, tiene su complejo deportivo para solaz de los estudiantes.

De entre las diferentes modalidades deportivas que se pueden practicar, he decidido mostraros esta cancha de rugby, por ser un deporte menos desarrollado o popular en España que otros. Así que, de una forma sencilla y comprensible, trataré de explicaros de qué se trata.

El rugby es un juego de contacto, especie de híbrido entre el fútbol y balonmano, pero a lo bestia. El campo de juego es parecido al del fútbol, hasta con sus porterías y todo, pero con forma de hache, como se puede ver.

Y aquí comienzan las diferencias. En vez de jugarse con un balón de toda la vida, para complicar la cosa, se juega con un melón que nunca se sabe para dónde narices va a botar, lo que genera cierta confusión y cabreo entre los jugadores. Por cierto que, éstos, al contrario que en el fútbol, son quince por cada equipo, sin que haya portero, ni siquiera automático. Digo yo que será porque la comunidad de vecinos tendrá una economía poco saneada como para estos dispendios.

Uno de los equipos saca de centro pegando un patadón al melón. Cuanto más lejos lo envíe, mejor que mejor. Y aquí viene lo grave. Si por desgracia un jugador tiene la irresponsable ocurrencia de recoger el melón, todo el equipo contrario se le viene encima literalmente, despachurrándole de forma despiadada. Por si fuera poco, también el propio equipo del desgraciado jugador se tira encima de los que le están despachurrando, sin duda con ánimo de ayudarle, pero empeorando la situación del infortunado que se queda como un papel de fumar en el césped. A esta tierna jugada, se le llama "melé", aunque yo creo que mejor debería ser denominada, "arropa que hay poca".

Y, ¿de qué se trata el juego? Pues, ni más ni menos que conseguir llegar detrás de las porterías con el melón bajo el brazo y depositarlo gentilmente en el suelo. Ésto no es muy frecuente, porque para llegar a ello, tienen que sortear las acometidas de los quince Mazinger Zetas del equipo contrario que, de ninguna manera se lo van a permitir, mediante los llamados "placajes", que no son otra cosa que tirarse literalmente a la yugular del desgraciado que se le ha ocurrido tratar de llevar el melón, que también son ganas de sufrir.

Como, según parece, es un deporte muy solidario, los mismos compañeros del infortunado, que yace en el suelo medio decapitado, tratan de animarle diciéndole: "¡Anda, levanta que no ha sido nada, tienes más cuento...".

Cuando se consigue, posteriormente, se hace un "ensayo", que es una especie de penalti, colocando el melón mirando hacia arriba en un punto determinado y tratando de meter gol en la portería. Pero no como en el fútbol, no, como sería lo lógico. Hay que meter el melón por la parte de arriba, en vez de por la de abajo. Ésto explicaría también la razón de que no haya portero. porque no se va a pasar el pobre todo el partido haciendo equilibrios sobre el larguero y mucho menos hacer una estirada para atrapar el melón, porque, con la altura que está el larguero, seguro que se rompería la crisma al caer.

Y ya está. Pese a lo explicado, los practicantes, incluso en el hospital al que son llevados de urgencia, suelen afirmar que es el deporte más caballeresco que existe. De hecho, hay un dicho que afirma que:

"El rugby es un juego de villanos practicado por caballeros, mientras que el fútbol es un juego de caballeros practicado por villanos".

Sus razones tendrán.